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Durabilidad:
A diferencia de las fibras naturales, el poliéster está hecho de un material sintético hecho por el hombre que consta de hilos que se unen para crear una tela fuerte y gruesa. Este tipo de tapicería se usa a menudo para muebles que reciben un uso intensivo.
Limpieza:
El poliéster se puede limpiar fácilmente sin necesidad de un tratamiento antimanchas especial como Scotchgard. Sin embargo, sigue siendo vulnerable a los aceites y las manchas a base de agua.
Resistencia a las manchas:
Las telas de tapicería de poliéster son resistentes a las manchas más comunes, pero pueden ser más susceptibles al moho que otros materiales. El moho puede desarrollarse cuando los muebles de poliéster se exponen a la humedad o al calor durante largos períodos de tiempo.
Alergia:
El poliéster es hipoalergénico, lo que significa que puede ayudar a prevenir el desarrollo de una serie de síntomas de alergia. Esto es especialmente útil si tiene familiares que son sensibles a las fibras naturales como el algodón y la lana.
Estirar:
Se sabe que el poliéster es un poco más elástico que otros tipos de telas de tapicería. Esto es especialmente cierto en el caso de los sofás y los sofás de dos plazas que están hechos para adaptarse a espacios reducidos. Esto puede hacer que el material sea menos cómodo con el tiempo.
